miércoles, 2 de mayo de 2012

Historia de los debates

Viernes 04 de Mayo de 2012 09:22 
Debates presidenciales: la gran derrota de Cuauhtémoc, el banquito de Labastida y la arrogancia de AMLO
por Alejandro Lelo de Larrea

Partidos políticos y autoridades electorales acordaron el formato para el primer debate presidencial, a celebrarse el domingo 6 de mayo a las 20:00 horas. En el encuentro los candidatos aspiran a conquistar parte de los más de 20% de indecisos y cambiar la tendencia electoral cuasi estacionada desde noviembre pasado.

A dos meses y medio de las elecciones presidenciales, con una ventaja de entre 17% y 22% de Enrique Peña Nieto por sobre el segundo lugar, y con un promedio de al menos el 22% de indecisos, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador tienen la esperanza de que el primer debate, a celebrarse el 6 de mayo, pueda ser el parteaguas para que la tendencia electoral, prácticamente estacionada desde noviembre pasado.
El investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Aquiles Chihu Amparán, autor del libro “Los debates presidenciales”, concluye que los debates televisados se han convertido en eventos muy significativos en las campañas electorales y además son una fuente valiosa de información para los votantes quienes podrán o no reafirmar sus simpatías por un candidato.

Y resalta el factor que puede ser relevante en este proceso electoral 2012: “A los indecisos los ayuda a tomar una decisión”, porque sin ninguna duda “los debates proporcionan indicios sobre el comportamiento de los candidatos bajo presión y son una oportunidad de comparar a los distintos aspirantes”, establece Chihu Amparán.
En las últimas tres contiendas presidenciales, los debates han marcado para bien y para mal a alguno de los candidatos: En 1994, Diego Fernández de Cevallos fue el ganador indiscutible e incluso se metió en la competencia real pero al final bajó el perfil de su campaña y ganó el PRI, mientras fue la debacle para Cuauhtémoc Cárdenas.

En 2000, Vicente Fox ganó los 2 debates e incluso como parte de la negociación de uno de estos encuentros cometió el error de parecer terco e intolerante, con su expresión “hoy, hoy, hoy”, a la que le dio un giro positivo de 180 grados y convirtió en una expresión popular para el cambio, y al final ganó.

En 2006, el puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador se equivocó, al mostrar una actitud de arrogancia por su ventaja y no acudir al primero de los debates, el 25 de abril. El hecho marcó el resto de su campaña.
Este viernes 13 de abril, la Comisión Temporal de Debates del Instituto Federal Electoral y los representantes de los candidatos presidenciales acordaron el formato del primer debate que se realizará domingo el 6 de mayo en el World Trade Center de la ciudad de México, a las 20:00 horas. Los temas que se abordarán son economía, empleo, seguridad y justicia.

Participarán los 4 candidatos presidenciales registrados. Tendrá una duración de 2 horas y se realizarán 5 rondas de 120 segundos. En 3 de las rondas se responderán preguntas aleatorias para posteriormente ser replicados por sus contrincantes con un tiempo de 90 segundos, y después habrá el derecho de contrarréplica de otros 90 segundos. Será moderado por una sola persona.

A diferencia de los debates anteriores, en que todo el tiempo permanecieron de pie los candidatos, esta vez sólo estarán de pie durante su intervención, y podrán sentarse mientras no hablen. Los atriles serán transparentes.

El segundo debate, tentativamente, podría ser el 10 de junio, aunque la sede se negociará en las próximas semanas, pues existe la propuesta de que sea en la Expo Guadalajara, Jalisco, o en Cintermex Monterrey, Nuevo León.

Aquí la historia de hechos que marcaron los debates presidenciales en las campañas electorales de 1994, 2000 y 2006:

1994: la debacle de Cuauhtémoc Cárdenas
Los debates presidenciales televisivos en el mundo datan de 1960, en Estados Unidos, cuando por vez primera se difundió el del candidato Demócrata, F. Kennedy, con el Republicano Richard Nixon.

En México, la primera ocasión en que hubo elecciones competitivas en la historia moderna fue en 1988, por lo que 6 años después el sistema político se vio obligado a hacer más abierta y equitativa la competencia electoral.

El contexto en que se desarrolló el primer debate presidencial televisivo en México, el 12 de mayo de 1994, fue de una crisis política nacional sin precedentes, debido a que apenas unos meses antes había surgido el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, había sido asesinado el 23 de marzo el candidato del PRI, Luis Donaldo Colosio, y además existía gran expectación por la figura de Cuauhtémoc Cárdenas, quien había acusado fraude electoral en los comicios de 1988.

Ante ello, el debate para Cárdenas significaba mucho, y a la postre el resultado marcó la tendencia que seguiría la contienda electoral.

En ese año, los candidatos que competían por la presidencia eran ocho: Cecilia Soto del PT; Jorge González Torres, del PVEM; Rafael Aguilar Talamantes, del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional; Álvaro Pérez Treviño, del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana; Marcela Lombardo Otero, del Partido Popular Socialista; Pablo Emilio Madero del Partido

Demócrata Mexicano; Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del PRD; Diego Fernández de Cevallos del PAN, y Ernesto Zedillo Ponce de León, del PRI.

Sin embargo, sólo estos 3 últimos fueron convocados al debate, en el que Zedillo se dirigía a la gente como “compatriota” y salió de ahí con el mote del “niño de los dieces”, que le espetó Fernández de Cevallos. El panista precisamente fue quien propinó a Cárdenas fuertes ataques, con argumentos sólidos, con gran agilidad mental en la televisión, que terminaron hundiendo la campaña presidencial del perredista.

Diego lo acusó de tener una “obsesión por el poder” y de tener dos caras, una en el gobierno y otra en la oposición, pues principalmente contrastó las ideas y actuaciones de Cárdenas cuando militaba en el PRI y fue gobernador de Michoacán, con lo que decía y hacía desde 1987 a la fecha de ese entonces, ya en la oposición.
A Cárdenas le fue tan mal en ese debate, que años más tarde su brazo derecho en la fundación del PRD, Porfirio Muñoz Ledo, diría de esa noche: “Cárdenas terminó con 7 años de lucha política en menos de una hora”.

Después del debate, había la percepción ciudadana y algunas encuestas incluso reflejaban que Fernández de Cevallos tenía posibilidades de ganar la presidencia. Sin embargo, hacía el último mes de campaña el panista casi desapareció, cual si hubiera dejado que pasara Zedillo, quien a la postre ganó con poco más del 50% de los votos.

2000: el “martes negro” y el “hoy, hoy, hoy”
En la contienda electoral de 2000, sin duda, el debate presidencial evidenció una alianza momentánea de facto entre los candidatos Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD, y Francisco Labastida, del PRI, en lo que se conoció como el “martes negro” para Vicente Fox, que al final de cuentas supo aprovechar muy bien su equipo de campaña y lo convirtió en la famosa frase del “hoy, hoy, hoy”.

Desde el 23 de marzo de ese año, los representantes de Labastida, Cárdenas y Fox habían acordado que el primer debate se celebraría el 25 de abril entre los 6 candidatos presidenciales (Francisco Labastida, Vicente Fox, Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Camacho, Porfirio Muñoz Ledo y Gilberto Rincón Gallardo), y el segundo el 23 de mayo, sólo entre los tres principales.
El resultado del primer, de acuerdo con una encuesta que publicó Reforma al día siguiente, dio la victoria a Fox con 47%, mientras que Labastida y Cárdenas obtenían un 19% y 18% respectivamente.

En las semanas siguientes hubo tensión en las negociaciones para el segundo debate, por lo que al llegar el 23 de mayo no había acuerdo final sobre la celebración del mismo, y los tres candidatos llegaron a la casa de campaña de Cárdenas para negociar el debate.

Cárdenas, Labastida y Fox dieron una improvisada conferencia de prensa, en la que los dos primeros insistieron en que no había condiciones para realizar el debate. Fox demandaba que se realizara ese mismo día, fecha en la que se había acordado, se empecinó ello y una y otra vez le respondía a Cárdenas: “Hoy, hoy, hoy”.

Fox fue criticado por los medios como “intolerante” y “terco”, por lo que se acuñó la frase de que ese día fue para Fox “el martes negro”, el error que cometió en el “debate del debate”. Sin embargo, a partir de ahí, surgió la segunda frase distintiva en la campaña de Fox que se convirtió en una expresión del cambio: “Hoy, hoy, hoy”.

El debate formal se llevó a cabo al día siguiente, el 26 de mayo. Fox se mostró burlón y acuñó para el anecdotario la famosa expresión de que a Labastida le iban a “poner un banquito” para que se viera de la misma estatura que él, “porque está chaparro”, decía el panista.

Labastida acusó a Fox de ser un “majadero”, y éste reviró muy bien: “A mí tal vez se me quite lo majadero, pero a ustedes lo corruptos y lo malos para gobernar nunca”. Ese debate, según las encuestas, también lo ganó Fox y luego fue inobjetable su triunfo el 2 de julio.

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